Neptuno

Autor: Enzo De Bernardini

Observación

Este planeta requiere algo de búsqueda para ser encontrado, ya que su brillo, aunque no es muy bajo (alrededor de magnitud +8) no llega a destacarse entre las estrellas. Para localizarlo hay que valerse de cartas de búsqueda, y partiendo de una estrella brillante (ya sea que se vea a simple vista o a través del buscador del telescopio) ir trazando el camino haciendo saltos cortos entre las estrellas hasta alcanzar la posición del planeta.

Neptuno presenta un marcado tono azulado cuando se lo observa con telescopio. Posee varios satélites orbitando a su alrededor, pero quedan reservados para equipos grandes por su bajo brillo (el más brillante es Tritón, con magnitud +14). El diámetro angular de Neptuno puede alcanzar los 2.3 segundos de arco, pequeño pero utilizando un telescopio mediano puede llegar a resolverse un disco.

Características

Neptuno fue descubierto el 23 de Septiembre de 1846 gracias a los cálculos realizados por Urbain Jean Joseph Leverrier (1811-1877) y John Couch Adams (1819-1892) de forma independiente, basados en las perturbaciones encontradas en la posición de Urano, producto de la influencia de un cuerpo en una órbita mas exterior. El primero en identificarlo fue Johann Gottfried Galle (1812-1910) desde el observatorio de Berlín, junto con su ayudante Heinrich Ludwig d'Arrest (1822-1875) en la constelación de Aquarius, tal y como los cálculos indicaban.

Galle observaba por el telescopio y decía en voz alta las posiciones de las estrellas en la zona en donde debería estar el supuesto planeta, según los cálculos de Leverrier y Adams. D'Arrest las comparaba con una carta celeste, hasta que encontraron a Neptuno solo una hora después de comenzar la búsqueda y a menos de 1º de la posición calculada.

Por otro lado, el director del observatorio de Cambridge, James Challis (1803-1882), había estado tomando placas fotográficas de la zona, pero con poco interés en el asunto al menospreciar los cálculos de Leverrier y Adams, aún cuando arrojaban resultados muy similares. Una vez enterado del descubrimiento se percató de que había estado fotografiando al nuevo planeta desde hacía varios días, pero no se había percatado de ello al no comparar las placas entre sí.

Hoy en día el descubrimiento se lo adjudican en partes iguales Adams y Leverrier. Aún así, después de saber la existencia de este nuevo integrante de la familia solar, se advirtió que Neptuno había sido anotado como una estrella el 8 de mayo de 1795, cuando el astrónomo francés Joseph Jérôme de Lalande (1732-1807) había marcado su posición. Dos días más tarde corrigió ese dato, dado que le pareció un error en la anotación de su anterior observación. Lo que en realidad ocurría es que el planeta, desconocido para Lalande, se había movido.