Filtro de Acetato Rojo para Notebook
Autor: Enzo De BernardiniAdaptación a la Oscuridad
Mantener la máxima adaptación a la oscuridad es una de las cosas más importantes para una lograr una observación visual exitosa, particularmente del cielo profundo. Aunque siempre será más recomendable manejarse con mapas de búsqueda en papel e iluminarlas con luz roja, muchas veces el uso de un buen software en una notebook puede ser de gran ayuda, por su versatilidad al poder adaptar la visualización a las condiciones de observación, por ejemplo facilitando el star hopping, cambiando la magnitud límite del mapa, adaptando el campo visual, etc., así como también posibilitando explorar objetos adicionales en las cercanías de objetivo de búsqueda principal. Estos casos pueden ser más comunes durante las oportunidades de observación caseras, que al escasear el tiempo disponible a veces la planeación no es muy extensa. A su vez, en cielos urbanos muchas veces la adaptación a la oscuridad también tiene un límite, inferior al que obtendríamos en cielos rurales o de montaña, a causa del resplandor de la ciudad. Estas condiciones a veces justifican usar una pantalla, pero para no perjudicar la observación pueden tomarse algunas sencillas precauciones, como filtrar el brillo de la notebook.
Brillo, modo nocturno y enrojecimiento de la pantalla
La mayoría de los softwares astronómicos traen como opción un modo nocturno, que simplemente cambia los colores de la interfaz de usuario (menú, íconos, textos, líneas, etc) a negros y rojos (recordemos que el rojo es el color que menos afecta la adaptación a la oscuridad). Activar esta opción, y mantener el brillo de la pantalla al mínimo, aunque recomendable, por lo general no es suficiente.
Otros softwares (como f.lux) pueden disminuir las emisiones en el rango más azul y enrojecer áreas que quizá el software astronómico no haya alcanzado a cambiar. Pero estos programas también estarán limitados, la pantalla seguirá brillando demasiado.
La pantalla, aunque esté mostrando una imagen mayormente con fondo negro, aún sigue emitiendo luz, incluso desde los pixeles que no deberían mostrar señal (color negro), y lo hacen con una intensidad que es demasiada alta para el uso nocturno que deseamos darle. Esto es válido para pantallas con tecnología de retroiluminación (backlit), como las LCD/LED. Las pantallas OLED logran apagarse totalmente, mejorando la situación.
Para resolver el problema la mejor solución es interponer un filtro físico delante de la pantalla, tal que toda la luz que esta emita pase por una barrera que cambie su color, y para uso astronómico el color será, por supuesto, el rojo. El material elegido es al acetato: fácil de conseguir, precio razonable, y sencillo de cortar.
Filtro de acetato rojo
A continuación se detallan los pasos para armar de manera sencilla un filtro basado en una lámina de acetato rojo. Este material puede conseguirse en una librería/papelería.
- Lámina de acetato rojo. En este ejemplo el tamaño es de 50 x 70 cm. Al momento de comprarlo, se recomienda verificar que no tenga ninguna marca de doblez, ya que eso puede generar una sombra visible y algo molesta al verla sobre la pantalla. Este material se raya con relativa facilidad, pero eso no afectará demasiado la visualización. De todas formas lo mejor es trabajarlo con ciertos cuidados mínimos.
- Se debe medir el marco de la pantalla. Se recomienda medirlo de lado a lado, todo el marco, no únicamente la pantalla. De esta forma se podrá sujetar mejor y evitar filtraciones de luz.
- Se deben realizar un par de marcas marcas de referencia para el corte, midiendo cuidadosamente dónde hacerlas. Utilizando una trincheta (cutter) se harán los cortes, presionando con firmeza y precaución para hacerlo recto y parejo. Se recomienda utilizar una regla metálica y apoyar la lámina sobre una superficie plana y adecuada (si es una plancha para cortes, mejor). Recomiendo calcular los cortes para obtener 4 láminas del tamaño requerido para la pantalla. Se pueden hacer algunas pruebas para verificar que sea el nivel correcto de filtrado. Dependiendo de las dimensiones, quizás sea necesario adquirir dos láminas de acetato.
- Una vez cortadas las 4 láminas de igual tamaño, se procederá a fijarlas entre sí. Antes de comenzar quizás sea buena idea comprobar que están limpias, ya que luego de unirlas será complicado volver a separarlas para limpiarlas. Para unir las cuatro láminas pueden primero unirse dos, luego otras dos, y por último unir los dos pares entre sí. De esta forma quedarán todas bien sujetas. Para unirlas se puede utilizar unas pequeñas porciones de cinta aislante. Recomiendo usar colores oscuros (rojo o negro). Las láminas deben quedar unidas entre sí de forma pareja y bien alineadas.
- Una vez armado el conjunto de cuatro láminas, es el momento de probarlo sobre la pantalla. Puede pegarse de manera provisoria con cinta de pintor (que se despega fácilmente) desde la parte central superior y los lados (para evitar filtraciones de luz). Luego se puede idear algún otro método, como sujetar con cinta adhesiva unos pequeños pesos colgantes para sostener la lámina desde la parte superior trasera de la pantalla. Se recomienda que sea algo sencillo para poder colocarlo y sacarlo fácilmente, y simple de guardar.
El nivel de filtrado de las cuatro láminas de acetato rojo es sumamente efectivo, y haciendo una rápida comparación de la emisión de luz con y sin las láminas, se podrá comprobar el alto brillo intrínseco de la pantalla sin filtrar. Si la notebook posee luces que molesten, sobre todo si son blancas o azules, pueden taparse con cinta de pintor para disminuir su brillo.