Venus

Autor: Enzo De Bernardini

Observación

Al buscar Venus hay que tener en cuenta que se trata de un planeta interior al igual que Mercurio y solo es visible cuando su elongación es suficiente. Es el planeta que mas brillo puede llegar a alcanzar, siendo muy distinguible sobre las estrellas. La máxima elongación posible de Venus ronda los 48º, siendo muy simple de encontrar por su gran brillo.

Venus es suficientemente brillante como para ser visto a simple vista a pleno día, si se sabe donde buscar. Para que la tarea sea mas sencilla, puede realizarse la búsqueda un día en donde la Luna se localice relativamente cerca del planeta, para que sirva de guía.

Cuando se lo observa es posible distinguir claramente una fase que cambia con los días, al igual que un notable cambio de tamaño, haciéndose mayor cuando la elongación es mas pequeña. Al mismo tiempo que la elongación se reduce, la fase también lo hace debido al ángulo de iluminación que presenta esa configuración geométrica del conjunto Sol-Venus-Tierra.

Debe dibujarse las fases, especialmente las mas próximas a la conjunción inferior (donde la elongación es mínima), cuando los cambios son máximos. En raras oportunidades también es posible observarlo pasar sobre el disco solar. Los tránsitos de Venus mucho son menos frecuentes que los de Mercurio.

La superficie de Venus se encuentra oculta bajo una densa atmósfera, siendo imposible su observación directa con telescopios. El uso de filtros densos, como el violeta #47 y similares pueden revelar algunas características atmosféricas. Para fotografiarlo se recomienda un filtro ultravioleta, donde los razgos de la atmósfera son mucho más marcados.

Hay un curioso afecto, producto de la refracción atmosférica que hace que muy cerca de la conjunción inferior sea visible un anillo de luz que completa el disco del planeta. Esto se debe a que la luz solar es fuertemente desviada todo alrededor de Venus, produciendo este fenómeno de difícil observación.

Características

El planeta Venus posee una densa atmósfera cargada de nubes de ácido sulfúrico, en medio de un efecto invernadero descontrolado que convierte a su superficie en la mas caliente del Sistema Solar llegando a los 480 grados Celsius, lo suficiente para fundir el plomo, aun cuando solo un 2 o 3 por ciento de la luz solar llega a la superficie. Calentada por la luz del Sol la superficie irradia energía infrarroja de nuevo al espacio, pero el dióxido de carbono de las capas de nubes dificulta la eficaz radiación hacia el exterior.

La diferencia de temperaturas entre el día y la noche en Venus provoca grandes diferencias de presión atmosférica las que producen vientos de 400 kilómetros por hora, trasladando la capa mas elevada de nubes alrededor del planeta en cuatro días: una velocidad setenta veces mayor que la del propio Venus. La corriente de nubes de este a oeste forma bandas de nubes en las regiones polares y una estructura en forma de Y en las latitudes medias y bajas.

La rotación del sistema atmosférico presente en Venus provoca la formación de la estructura en Y, rotando de este a oeste. Se especula que debajo de las nubes superiores circulan unas capas adicionales en celdas alternadas en alguno recto a los vientos superiores. Las nubes del ecuador que se calientan con mayor rapidez que la de los polos, se levantan y viajan a la zona de los polos, donde se enfrían y descienden para luego volver al ecuador. En la capa siguiente inferior los gases son arrastrados por fricción por los movimientos circulantes de las nubes en dirección opuesta, un fenómeno que puede actuar al revés aun en otra capa inferior. Cuando las estructuras circulares se encuentran en los polos se forman turbulentos vórtices.

Con su periodo de rotación de 243 días y un periodo orbital de 225 días el día de Venus es mas largo que su año. Un efecto adicional de este lento movimiento es que el planeta muestra casi siempre la misma cara hacia la Tierra.